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La Jornada

El proyecto del Gran Acuífero Maya, del Instituto Nacional de Antropología e Historia recibió un apoyo económico de 100 mil dólares por parte del gobierno de Suiza, a través de su Ministerio de Cultura, lo cual permitirá avanzar en la exploración, documentación y divulgación, del patrimonio arqueológico en seis cenotes de Yucatán y Quintana Roo.

Ese apoyo financiero, que dio a conocer el embajador de Suiza en México, Eric Mayoraz, se suma al tecnológico que realiza la National Geographic Society (cámaras de realidad virtual y 3D) que permiten el mapeo de las cuevas, artefactos, restos humanos y cerámicas, que se han encontrado en lo que los arqueólogos denominan “contextos”, y que servirán para desarrollar proyectos de educación, museos virtuales, y en general de divulgación de la riqueza que se encuentra sumergida en esta parte del territorio nacional.

El INAH trabaja también en la formación del expediente para lograr que el Gran Acuífero Maya sea registrado como Patrimonio Mundial Mixto, aunque el tiempo estimado para tener listo dicho informe es de 3 años al menos, y se trabaja también en la protección de estos y otros sitios arqueológicos ante la puesta en marcha del Tren Maya.

En este sentido, el coordinador Nacional de Arqueología del INAH, Pedro Francisco Sánchez Nava, indicó que con el Tren Maya es evidente que aumentará el turismo “y tendremos que estar preparados para recibirlo, regular la capacidad de carga en sitios como Tulúm, buscar alternativas a estos sitios como, en el caso de Tulúm, la zona aledaña de Tankah. Hay que crear conciencia y una reglamentación”.

Al referirse específicamente a los cenotes y el patrimonio que ahí se encuentra, Sánchez Nava señaló que “tendrán que ser visitas muy profesionales, muy controladas, crear no sólo esta conciencia de protección, sino un marco jurídico, planes de manejo de esos lugares para que las comunidades se beneficien de estas visitas”.

El turismo “no es la gran amenaza para estas zonas, sino la falta de educación”, señaló Guillermo de Anda, director del Proyecto del Gran Acuífero Maya. “Estamos tratando de ver por dónde pasa el tren, con qué frecuencia, y estamos en espera de los dato y estamos dispuestos a colaborar”.

Por lo pronto, cinco de los seis cenotes (tres de ellos en Chichen Itzá y dos más en Quintana Roo) se encuentran cerca de la ruta del Tren Maya. “No es que la ruta pase por encima de ellos ni mucho menos”, subrayó Sánchez Nava.