Con 431 votos a favor y uno en contra se modificó en el Pleno de la Cámara de Diputados el Código Penal Federal para sancionar la violencia intrafamiliar con penas que aumentan de 3 a 7 años en prisión.
Al presentar el dictamen de la comisión de justicia, Pilar Martínez, expuso que “se considera que las penas actuales no se ajustan a su función y eso no puede aceptarse por ello se propone un incremento justo y proporcionado“.
Los legisladores consideran que tampoco inhibe la comisión del delito el imponer sanciones que sean de muchos años de prisión, además de que no beneficia a la reinserción social, pues aleja del grupo familiar al agresor, sin posibilidad de resarcir el daño ocasionado.
En principio, se había incorporado la prisión preventiva oficiosa, pero en la discusión se desechó y solo habrá condena carcelaria para los sentenciados.
Además, los legisladores ordenaron que para lograr una correcta reinserción social, se deberá someter a atención psicológica especializada al responsable de la violencia intrafamiliar.
