Una persona permanecía prensada entre vagones.
Momentos antes del impacto, -ocurrido a las 23:37 horas- el tren estacionado en Tacubaya mantenía abiertas sus puertas en espera de orden de salida. Repentinamente cerró sus puertas y de inmediato volvió aabrirlas; el convoy apagó su funcionamiento, interrumpió la ventilación y parte de su alumbrado interior.
Tras un impresionante silencio vino un estruendo. El impacto dio de lleno a los dos vagones delanteros del tren 38 que retrocedió unos ocho metros.
Una inmensa nube de humo se levantó en el lugar y los usuarios abandonaron los vagones centrales y traseros. De inmediato acudieron en ayuda de personas atrapadas logrando el rescate de algunas.
El piso del anden quedó lleno de polvo y con una alfombra de vidrios rotos de los ventanales de vagones dañados. El tren 38 impactado iba en dirección a Observatorio con numerosos pasajeros.
El tren número 33 que le chocó procedía de esa estación en sentido contrario sobre la misma vía.
Los protocolos para el frenado automático de convoyes cuando se aproximan habrían fallado..