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ElDiario.es

En los últimos días, varios usuarios chinos han denunciado en sus redes sociales la desaparición en las páginas de venta online de algunos títulos del escritor peruano Mario Vargas Llosa, Nobel de Literatura en 2010 y uno de los autores extranjeros de más éxito en el país asiático.

Esta incautación se habría efectuado después de la publicación de una columna en El País en la que Vargas Llosa compara los miedos modernos hacia el coronavirus con los de la peste en la Edad Media.

Sin embargo, lo que ha ofendido a las autoridades chinas ha sido la acusación de que podrían haber evitado la propagación mundial: “Nadie parece advertir que nada de esto podría estar ocurriendo si China Popular fuera un país libre y democrático y no la dictadura que es”, escribe a sus 83 años.

El autor asegura que “por lo menos un médico prestigioso, y acaso fueran varios, detectó este virus con mucha anticipación y, en vez de tomar las medidas correspondientes, el Gobierno intentó ocultar la noticia”. “Silenció esa voz o esas voces sensatas y trató de impedir que la noticia se difundiera, como hacen todas las dictaduras”, continúa.“Así, como en Chernóbil, se perdió mucho tiempo en encontrar una vacuna. Sólo se reconoció la aparición de la plaga cuando ésta ya se expandía”, espeta Vargas Llosa.

Estas palabras no sentaron nada bien a la Embajada china en Perú, que emitió un comunicado de rechazo hacia “una serie de críticas absurdas y sin fundamentos contra China”. Primero, rebate que se considere que el virus procede de China en base a las últimas investigaciones de la OMS, “que expresó claramente que no se ha logrado identificar el origen del COVID-19“, y recuerda que es un enemigo común a toda la humanidad.

Después, el texto defiende que “el gobierno chino ha puesto la vida y la salud del pueblo como máxima prioridad” y “los esfuerzos de China y su éxito han recibido amplio reconocimiento por la OMS y muchos países del mundo”. Pero al final, vuelve a dirigirse contra el autor de La fiesta del chivo y Conversación en la catedral por el tono de su columna de opinión.

“No sabemos qué contribuciones ha hecho el Sr. Vargas Llosa para el combate contra el COVID-19 tanto en Europa como en el Perú. Mientras que China está haciendo todo lo posible para brindar su apoyo y ayuda. Por lo tanto, en este momento tan crucial, si el Sr. Vargas Llosa como figura pública no está dispuesto a colaborar, al menos que no difunda opiniones irresponsables y prejuiciosas que no sirven para nada”, alegan.

Y continúan: “Respetamos la libre expresión, pero eso no implica aceptar arbitrarias difamaciones y estigmatizaciones. Lamentamos las declaraciones del Sr. Vargas Llosa, considerando que se basan en su falta de conocimiento y su profundo prejuicio hacia China”.

El único en pronunciarse por el momento ha sido su hijo, Álvaro Vargas Llosa, alegando que “nada de lo que haga Pekín mermará el cariño de mi padre”.

Si bien los ejemplares siguen disponibles en otras librerías, la activista tibetana Tsering Woeser llamó a comprar las obras “antes de que desapareciesen por completo de la circulación”.