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Crónica del Poder

 

 

La Entrada Mesiánica. En este día, 5 de abril de 2020, celebramos el Domingo de Ramos de la Pasión del Señor”, Ciclo A, en la liturgia de la Iglesia Católica. Los pasajes evangélicos de hoy son de San Mateo (21, 1-11) y (26, 14-27, 66). La iglesia recuerda, en este domingo la entrada de Cristo nuestro Señor a Jerusalén para consumar su Misterio Pascual: “Después de haber preparado nuestros corazones desde el principio de la Cuaresma con nuestra penitencia y nuestras obras de caridad, hoy nos reunimos para iniciar, unidos con toda la Iglesia, la celebración anual del Misterio Pascual, es decir, de la pasión y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, misterios que empezaron con su entrada en Jerusalén, su ciudad. Por eso, recordando con toda fe y devoción esta entrada salvadora, sigamos al Señor, para que, participando de su cruz, tengamos parte con él en su resurrección y su vida”. Jesús es aclamado como hijo de David, el que trae la salvación. ‘Hosanna’ quiere decir ¡Sálvanos! El ‘Rey de la Gloria’ entra en Jerusalén como rey “apacible y montado en un burro, en un burrito, hijo de animal de yugo” (Zac 9, 9), como rey mesiánico humilde y pacífico cuyos súbditos son los niños, sus discípulos y algunos peregrinos que extendían sus mantos y ramas de árboles por el camino mientras gritaban: ¡Hosanna! ¡Viva el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!  La entrada de Jesús en Jerusalén manifiesta la venida del Reino que el Rey-Mesías llevará a cabo mediante la Pascua de su Muerte y de su Resurrección. Con el Domingo de Ramos la Iglesia inicia la Semana Santa.

 

La Pasión de Jesucristo. La liturgia del Domingo de Ramos es muy singular ya que, una vez terminada la procesión festiva con los Ramos y las Palmas, se presentan varios elementos dolorosos que concluyen con la lectura de la Pasión del Señor. Toda la Misa, con sus oraciones, lecturas y salmos responde más a la segunda parte de su título: “Domingo de la Pasión del Señor”. Parece una celebración anticipada del Viernes Santo y con una dinámica inversa a la de la Pascua, ya que comienza con los elementos festivos y concluye con los aspectos dolorosos y de sufrimiento. Según el relato evangélico de San Mateo, los que pasaban ante Jesús crucificado se burlaban de él, se reían de su sufrimiento y le hacían dos sugerencias sarcásticas: “Si eres el Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y bájate de la cruz”. Jesús guarda un silencio respetuoso que expresa compasión y amor a quienes lo desprecian. Sólo rompe su silencio para dirigirse a su Padre Dios con un grito desgarrador: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Y el Padre guarda silencio. Sin embargo, las primeras comunidades cristianas afirman lo contrario: “En Cristo estaba Dios reconciliando el mundo consigo” (2Cor 5, 9). Cuando Cristo sufre en la cruz, el Padre sufre la muerte de su Hijo amado. Cristo sufre la muerte en su carne humana. El Padre sufre la muerte de su Hijo en su corazón de Padre. Nosotros oremos así: “Señor Jesús, queremos mirarte para conocer al Padre. Tú nos revelas al Padre desde la Cruz. Revélanos, Oh Señor, el misterio de la Cruz, haz que no le tengamos miedo. Haz que en él conozcamos a Dios, te conozcamos a ti, Hijo del Padre, nos conozcamos a nosotros mismos, como pecadores salvados.

 

Semana Santa y COVID-19. En México, estamos viviendo la segunda fase de la pandemia provocada por el COVID-19. Por eso se nos encomienda acatar con responsabilidad las recomendaciones diarias de las autoridades sanitarias. En la Conferencia Episcopal de México (CEM), en la Provincia Eclesiástica de Xalapa y en esta Arquidiócesis, los Obispos junto con nuestros Consejos Presbiterales y Oficinas de Comunicación Social, hemos publicado algunos Mensajes, Comunicados y Cartas Circulares para iluminar esta situación y proteger la salud de todos los integrantes de nuestras comunidades eclesiales. Respecto a la Semana Santa, estamos obligados a celebrar los oficios litúrgicos sin la presencia de fieles laicos, a quienes se les encomienda participar desde sus hogares a través de los medios de comunicación masiva y plataformas digitales.

 

+Hipólito Reyes Larios

Arzobispo de Xalapa

 

Foto de Elsbetn Lenz