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AP

Quizá uno de los debates más acalorados en México durante la pandemia del nuevo coronavirus -luego de los desacuerdos sobre el equipo de protección personal y las pruebas- es si la cerveza debiera ser considerada un artículo “esencial” durante el confinamiento.

“Se debe garantizar el abasto de cerveza, pues coadyuva a sobre llevar la cuarentena en los mejores términos”, señaló el martes en un comunicado la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).

Después que las autoridades mexicanas ordenaran la suspensión de actividades para la mayoría de la industria no esencial a finales de marzo, incluyendo las cervecerías más grandes del país, las posibilidades de una inminente escasez de cerveza se convirtieron en un acalorado desacuerdo dentro del Gobierno.

Primero, el 6 de abril, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural envió una carta a las cervecerías más importantes que podía ser interpretada como una invitación a reiniciar la producción.

Eso generó una pronta reprimenda del principal epidemiólogo asignado por el gobierno para ofrecer información sobre el coronavirus, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.

“Lo que le puedo decir es que es un error que se va a enmendar”, declaró López-Gatell sobre la carta. “Hay una disposición general de la autoridad sanitaria que ha establecido con toda precisión que se suspenden temporalmente las actividades laborales, excepto las esenciales, que están claramente identificadas en el decreto del Consejo de Salubridad General y en el acuerdo de la Secretaría de Salud publicado el 31 de marzo, y ahí no se incluye la fabricación, la comercialización de cerveza”.

Justo al día siguiente, la Secretaría de Agricultura emitió un comunicado en el que aclara que nunca tuvo la intención de reabrir las cervecerías. En vez de eso, subrayó, solo se intentaba exhortar a las cervecerías a seguir comprando cebada a los agricultores mexicanos.

“Las funciones de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en el caso que se refiere, claramente son las de convenir con la industria que se compre la cosecha, puesto que los agricultores no tienen la capacidad de almacenar el grano”, señaló.

La Cámara de la Industria de la Cerveza y de la Malta, si bien declinó a comentar sobre el debate, apoya la idea de enviar a domicilio las existencias de cerveza. Algunas cervecerías han aprovechado sus plantas detenidas para producir gel desinfectante o han hecho otras contribuciones a los hospitales.

La estricta postura del Gobierno no convenció a la ANPEC, que afirmó que 40 por ciento del volumen de la venta total de los negocios pequeños es cerveza.

“En momentos de aislamiento social y de calor invivible, la demanda de este producto resulta ser más que obvia, además contribuye a hacer más llevadero el #QuédateEnCasa”, sostuvo. “Convivir todo el día juntos por más de un mes tendrá sus consecuencias y en este entorno el consumo de cerveza en el hogar opera como un relajante, una bebida de moderación que coadyuva a sobrellevar en los mejores términos esta dura prueba”.

Sergio Soto, que opera una pequeña tienda atiborrada con productos básicos para el hogar, incluyendo cerveza, en la colonia Roma de Ciudad de México, se dijo el miércoles preocupado de que las cervecerías hayan parado su producción.

Refrigeradores llenos de cerveza de las marcas más populares de Grupo Modelo ocupan todo un muro de su negocio, y Soto aseveró que la cerveza representa una parte importante de sus ventas diarias.

Si bien él compra la cerveza en una tienda mayorista de la capital mexicana, dijo que no había un precio fijo. Añadió que ha tenido que pagar hasta 40 por ciento más por la cerveza al mayoreo desde que la suspensión de la producción fue anunciada, y le preocupa que los mayoristas traten de aprovecharse de la situación para afectar a pequeños comerciantes como él.

Soto se pregunta cómo podría seguir vendiendo cerveza a sus clientes si los proveedores continúan aumentando el precio.

“Sí afecta. Estoy preocupado”, dijo.