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El Demócrata / Eda Sentíes

La temporada de arribazón y anidación de tortugas marinas al litoral veracruzano comenzó desde inicios de abril, sin embargo este año se ha complicado a personal que realiza la labor de rescate debido a la pandemia por el COVID-19.

El campamento tortuguero de la Fundación Yepez ubicado en la comunidad del Raudal en el municipio de Nautla es uno de los afectados. Ricardo Yepez, presidente de esta fundación recordó que los campamentos de este tipo se sostienen con los donativos que reciben del turismo que reciben durante el año, pero con la restricción de movilidad par evitar la propagación de Covid-19 estos ingresos desaparecieron.

«La situación ha afectado a los campamentos, nosotros vivimos de las donaciones y de las buenas voluntades de muchas personas que nos han respaldado durante tantos años”, dijo.

En contraste a las afectaciones económicas que ha dejado la contingencia sanitaria, el desahogo de personas en las playas y sitios naturales ha dado un respiro a la naturaleza y ahora se ven playas más limpias y un entorno más tranquilo para que las tortugas salgan a depositar sus huevos a la playa sin ningún inconveniente.

«Hemos visto nuestros océanos limpios, las tortugas están saliendo a desovar en un ambiente más tranquilo, no se ven personas andando en motos que en ocasiones revientan los nidos, incluso en la desembocadura del río la presencia de basura disminuyó de manera considerable”, comentó.

Por ultimo, el ambientalista y defensor de las tortugas, sostuvo que seguirán trabajando como siempre en esta temporada.