Científicos del Laboratorio Cold Spring Harbor (Estados Unidos) han conseguido nuevas pruebas de que los neutrófilos hiperactivos, un tipo común de célula inmune circulante, pueden impulsar los coágulos de sangre y la inflamación que amenazan la vida de algunos pacientes con COVID-19.
Las trampas extracelulares de neutrófilos (NETs) son un tipo de defensa que el sistema inmunológico despliega contra ciertos patógenos. Cuando se acumulan demasiados de estos NETs durante una infección persistente, pueden provocar el síndrome de dificultad respiratoria aguda, que lleva a muchos pacientes con COVID-19 a requerir cuidados intensivos.
Los investigadores sospechaban que los NETs tenían un papel en la COVID-19, recogiendo muestras de sangre de 33 pacientes hospitalizados, así como tejido de la autopsia. Encontraron que los biomarcadores de formación de NETs eran más abundantes en los pacientes que requerían ventilación, y más altos en los tres participantes del estudio que finalmente murieron a causa de COVID-19.
Cuando el equipo examinó los pulmones de los pacientes que murieron, encontraron diminutos coágulos de NETs enredados y plaquetas de sangre conocidas como microtrombos dispersos por el tejido. “Será importante investigar el papel de los NETs en la formación de coágulos (trombosis) no sólo a la luz de la pandemia de COVID-19, sino también para entender su papel más amplio en la enfermedad”, explica uno de los autores, Mikala Egeblad.
El exceso de NETs se forma en otras enfermedades virales. “También sabemos que la coagulación es una de las principales causas de muerte en personas con cáncer en fase terminal, por lo que lo que estamos aprendiendo en COVID-19 puede ayudarnos a entender las propiedades básicas en el cáncer y otras enfermedades”, añade el científico.
En el laboratorio, los neutrófilos de los pacientes con COVID-19 produjeron niveles excepcionalmente altos de NETs, y los investigadores encontraron que los neutrófilos sanos se comportaban de la misma manera cuando se exponían al plasma de los pacientes con la enfermedad. Sin embargo, podían detener la producción de NET, exponiendo las células al Factor Inhibidor de NET (nNIF) neonatal, un péptido antiinflamatorio de la sangre del cordón umbilical que protege a los recién nacidos.
Foto: Xue-Yan He y David Ng, Egeblad lab.