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EFE

Un espectacular larario, el altar que se construía en las casas romanas para rendir culto a las divinidades, donde se aprecia magníficamente conservada una decoración que representa un idílico jardín, es el nuevo hallazgo en las excavaciones que se están realizando en Pompeya.

La llamada área “Regio V”, una zona hasta ahora inexplorada de Pompeya, la ciudad situada en el sur de Italia y sepultada por el Vesubio en el 79 d.C., arrojó un nuevo descubrimiento considerado “extraordinario” por el director general del parque, Massimo Osanna.

Se trata de un “suntuoso larario decorado, de cerca de 4 x 5 metros, y que ha surgido al retirar la lava solidificada” de una de las partes de una casa que ya había sido excavada en parte durante inicios del siglo XX.

“Es uno de los más elegantes que han sido descubiertos en la ciudad” por sus maravillosos frescos que representan “paisajes idílicos con una naturaleza exuberante”, explicaron en una nota desde el Parque Arqueológico de Pompeya al anunciar hoy su descubrimiento.

En una de las paredes de esta habitación que se usaba para el culto doméstico a los dioses se encuentra en perfecto estado la hornacina donde se situaban las estatuillas de los “lares”, los protectores de la casa.

Debajo se pueden observar dos grandes serpientes, el símbolo con el que se representaba a los agatodemon (o demonios buenos), que daban “prosperidad y buenos auspicios”.

Las serpientes recorren un jardín repleto de plantas y pájaros y rodean una columna pintada sobre la que reposa un huevo y una piña, regalo a los dioses y debajo un pavo pasea entre las plantas.

También se ha encontrado perfectamente conservado el altar en piedra donde aún existen restos de las cenizas de las ofrendas que se quemaban para que los dioses protegiesen a la familia.

En la pared de enfrente se ve una escena de caza a un jabalí negro con fondo del característico rojo pompeyano y que “podría aludir simbólicamente a la victoria de las fuerzas del mal sobre el bien”, según los arqueólogos de Pompeya.

Los estudiosos se concentrarán ahora en estudiar el resto de la habitación, que aunque parece se trataba de una sala para el culto, presenta elementos insólitos como la presencia de una bañera en el centro del espacio.

“Estos extraordinarios hallazgos nos continúan regalando emociones”, explicó Osanna.

En esta nueva zona de excavaciones, que comprende cerca de 3 kilómetros, ya han salido a la luz tres nuevas ‘domus’ dotadas de balcones, nuevos esqueletos y utensilios que están aportando más datos a la apasionante historia de la ciudad.