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EFE

Más de doscientas obras de Joan Miró, desde pinturas hasta esculturas, dibujos y libros ilustrados, se exponen desde hoy en Seúl, en la primera muestra del genio universal en Corea del Sur y la más importante de un artista español en los últimos años.

«Miró en Mallorca. Un espíritu salvaje» es el título de esta exposición que lleva por primera vez a Corea del Sur 252 obras de Miró, distribuidas en una superficie de más de 1.322 metros cuadrados del Centro de Arte Sejong en pleno corazón de la metrópoli.

Se trata de la primera exposición individual de este mito del arte en Corea del Sur, un país con el que enlazó fuertes vínculos por su amistad con el célebre músico Ahn Eak-tai, compositor del himno nacional de su país.

En la exposición, que permanecerá abierta hasta el 24 de septiembre, «los surcoreanos van a ver la influencia del mundo oriental en la obra de Joan Miró», indicó a Efe durante el acto de inauguración Joan Punyet Miró, historiador y nieto del artista.

Divididas en cinco bloques temáticos, las obras expuestas en Seúl pertenecen a «su etapa de madurez más vital y artística, la menos conocida y la más innovadora de su trayectoria», según la Fundación Pilar i Joan Miró, que ha cedido parte de su colección a la galería surcoreana.

«Hemos elegido obras de la última época, que tienen una influencia muy fuerte del trazo del pintor budista en un templo; esto supone una introspección máxima que aporta un sentido místico y espiritual a cada golpe de pincel», describió Punyet.

En la sala se pueden observar muchos blancos y negros con el inconfundible trazo de Miró, entre ellas el enorme cuadro de 3,5 por 2 metros que cerró la gran retrospectiva del artista en Washington en 1993.

«Es una obra única no solo por sus dimensiones, sino por su extraordinaria libertad gestual e influencias americanas, japonesas y del surrealismo», explicó el nieto del artista.

Al margen de los clásicos lienzos del pintor, destaca otra obra de fuerte influencia dadaísta en la que tableros rotos de madera se intercalan entre un papel de lija amarillo con trazos negros.

«Es curioso porque Miró compuso esta obra con 83 años», manifestó Punyet, tras hacer hincapié en la «fuerte carga dramática que implica tratar de reciclar objetos lejanos de las artes plásticas tradicionales».

La Embajada de España en Seúl, que ha colaborado en la organización de la muestra, espera que ésta contribuya a elevar el interés de los surcoreanos por el turismo cultural y aumente el número de visitantes a las galerías españolas, según indicó a Efe su consejero de cultura, Juan Sebastián Mateos.