Dos recordados comediantes, Manuel "Loco" Valdés y Hector Lechuga, hacían una pintura de humorismo blanco muy recordado por este francotirador. ‘Ensalada de locos’, que pasaba por el canal 2 a principios de los 70. Bueno, y no me da pena volver a decirlo, y lo repetiría las veces que fuera, el que escribe, de alguna manera es producto de la televisión mexicana, la comercial y la cultural, que en aquellos años la hacía el Estado. Mi cultura no es ajena a la televisión, me ayudó a formarme un pensamiento crítico. Y que este preámbulo sirva para decir que en agosto de 2020 murió uno de los íconos de verdad de la pantalla chica que abarcó cuatro décadas, de los años 50 a los 90, me refiero a Manuel Valdés, más conocido por el mote de ‘el Loco’, que lo volvería inmortal para la memoria de muchos como yo que lo recuerdo gratamente. ‘El Loco’ se ganó un lugar en el mundo de la televisión mexicana con programas como ‘Variedades del medio día’, en los ya muy lejanos 50, ‘Operación Ja Ja’; ‘Ensalada de locos’ al lado de Héctor Lechuga y Alejandro Suárez; ‘El show del Loco Valdés’ y ‘Variedades de media noche’. No está de más decir que Manuel fue hermano de los también actores Germán y Ramón Valdés, pero sobre todo se distinguió por su locuacidad, sus múltiples caras y gestos, por ser un extraordinario bailarín y por su capacidad para improvisar. Lechuga, Suárez y Valdés fueron de alguna manera los reyes del sketch humorístico. Siento pena por la partida del ‘Loco’, me divertí mucho con sus interminables ocurrencias, pero también fue un gran cantante de boleros. Dejo aquí su inolvidable interpretación de ‘Pichicuás’ y de pilón ‘Llegaron los gorrones’, ambas de Chava Flores. En paz descanse el recordado ‘Loco’:  https://www.youtube.com/watch?v=nu72vOYSOAA  Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal. Foto de You Tube.        

1) FRANCISCO HERNANDEZ: "Quitar la carne, toda.. hasta que el verso quede.. con la sonora oscuridad del hueso.. y al hueso desbastarlo, pulirlo, aguzarlo.. hasta que se convierta en aguja tan fina.. que atraviese la lengua sin dolencia.. aunque la sangre obstruya la garganta". 2) JOSE LUIS RIVAS: "Tal vez la dicha de vivir llega siempre con eso que sabemos.. a hurto de nuestro anhelo... ¿Cómo prestar al suelo.. alas.. que no sean las tuyas.. mar.. de mis brazos abiertos en el aire?". 3) SILVIA TOMASA RIVERA: "Ella lo vio desnudo sobre el agua.. no pudo más, dio media vuelta.. pero sus ojos quemaban como piedras.. bajo los pies oscuros.. Ella rompió esa noche el cántaro del sueño.. y bajó al río, donde él la esperaba.. sin palabras.. Son dos- ahora sumergidos.. en la fuente dorada de la vida". 4) MANUEL ANTONIO SANTIAGO: "Las bugambilias rojas... A media vereda.. donde la ramada se cierra... De la encalada muralla.. del largo muro blanco.. brota un incontrolable.. borbotón de flores.. que sin mesura mana.. y escurre hacia las piedras.. son pétalos de sangre". Los escribió Sergio González Levet en su artículo "Poetas en competencia". Foto de UV.

Mira la luna. La luna es tuya, nadie te la puede quitar. La has atado con los besos de tu mano y con la alegre mirada de tu corazón. Sólo es una gota de luz, una palabra, hermosa. Luna es la distante, la soñada, tan irreal como el cielo y como los puntos de las estrellas. La tienes en las manos, y en tu sonrisa se extiende su luz como una mancha de oro, como un beso derramado. Aceite de los ojos, su claridad se posa como un ave. Descansa en las hojas, en el suelo, en tu mejilla, en las paredes blancas, y se acurruca al pie de los árboles como un fantasma fatigado. Leche de luna, ungüento de luna tienen las cosas, y su rostro velado sonríe.Te la regalo, como te regalo mi corazón y mis días. Te la regalo para que la tires. Es de Jaime Sabines y la subió el Dr. Iván Hernández Gutiérrez a su cuenta de Facebook. Foto de "El Informador".

Perdonen, pero de qué otra cosa más se pudiera estar hablando hoy a tres años y medio de pandemia que no fuera de comida. Y viene al caso que recibí varios comunicados del pasado Carrusel en donde hablo de alubias y de la afamada fabada asturiana. Y quiero dejar claro que para nada intenté cometer con mi guiso un sacrilegio. Miren, y ustedes lo saben mejor que yo, ¿de qué se trata la comida y la cocina el día de hoy?, pues de reinventarse. Alguien cuando leyó mi receta para preparar los frijolitos tuvo la siguiente expresión: ¿Alubias, con chiles en vinagre?, jajajaja. Agradezco la incredulidad, pero en la cocina hasta ahora no se ha escrito la última palabra. Por supuesto que hay recetas de cocinas que son patrimonio de la humanidad que están esculpidas en tablas de bronce, son intocables. Pero quién podría dudar que el pescado a la veracruzana es nuestra versión del navideño bacalao a la vizcaína y así muchos. Por lo tanto y para empezar la auténtica fabada asturiana es casi imposible de replicar en México porque la morcilla no se encuentra ni en el Oxxo, solo en contadas tiendas gourmet que no están al alcance de la mano, lo mismo pasa con las fabes, las asturianas hasta denominación de origen tienen y la morcilla ahumada tampoco es fácil de encontrar. Y la preparación de la fabada es un auténtico ritual de cinco o seis horas. A ver, la receta de mi madre era así de simple como la platiqué, pero tenía dos secretos básicos: el primero, el frijol lo cocía con un trozo de cebolla y tres dientes de ajo, más, ¡ojo!, una “tronquito” de las hojas de laurel; segundo, aquí yo les puse chuleta –mi madre también-, pero el ingrediente principal era un hueso cortado en dos o tres partes de un buen hueso de jamón de cerdo de ‘El Borrego’ –cuando vayan a mi tierra pasen por uno, trae mucha carne y cuando mucho cuesta $20.00- que agregaba a la cocción de las alubias un toque sensacional. Las porciones cada quien le tiene que calcular de acuerdo a los comensales, pero el chorrito de vinagre de los chiles, así como las rodajas de zanahoria, dos o tres chiles y pedacería de la cebolla le otorgan un ligero picor nada desagradable, lo recomiendo. Le lechuga romana troceada es opcional, pero le otorga cierto equilibrio a tan untuoso platillo. Lo garantizo. Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal. Foto de "TripAdvisor".

Desde el mirador: Manolo Santiago.. Oteo desde lo alto de la terraza la agitada marisma verde de los flamboyanes: Llameantes árboles de fuego, hojas en encrespado oleaje, acometidas frondosidades agitadas. En el entrevero de sendas que cruzan robustos ramajes surgen cien barcas anaranjadas, cien naves de encendidas flamas, cien ágiles flores turgentes de tupidos pétalos, granates y sangrientos. Que se hunden y flotan, que encallan y revuelan en las aguas del viento. Foto de Víctor León.

El confinamiento fue el tiempo ideal para depurar algunas artes caseras, por ejemplo lavar trastes –ya llevo considerables bajas-, barrer, trapear, sacudir y quitar telarañas. De verdad son tareas con un grado de dificultad yo diría superior a un clavado en plataforma de 10 metros con parado de manos, inverso de dos vueltas y media. Sin embargo, un arte superior es la cocina, ¡ah que arte!, diría yo de dioses. En estos días hay que echar mano de lo que tiene uno en el congelador y, grata sorpresa, me encontré como con un kilo de panza de res pre cocida. Este sucedáneo, de res, chivo, borrego o cerdo es una de mis grandes debilidades. Materialmente muero por una panza guisada con toda la regla, bien cocida, de esa que se deshace, pero ahí les va una receta, esta me la pasó mi hermana Natalia. Va. Se cuece la panza con abundante agua con sal, hierbas de olor un trozo de cebolla y dos o tres dientes de ajo, calcúlenle 45 minutos, preferentemente en olla expreso. Checarla, recomiendo cambiarle el agua y darle unos 10 minutos más para que quede en su punto. En lo que se cocía, preparar un mole a base de un kilo más o menos de tomate verde, unos tres o cuatro jalapeños o serranos, media cebolla, medio manojo de cilantro, igual de epazote y unas 8 hojas grandes de hoja santa y/o acuyo –tlanepa le decimos en mi tierra-, hay quien primero cuece los tomates con los chiles y la cebolla, un servidor no. Todo lo anterior va a la licuadora con unas dos tazas de agua a molido fino. Ya cocida la panza hay que cortarla en cuadros pequeños, al tiempo que hay que vaciar la mixtura –recomiendo no colarla- del mole en una cacerola grande a freírla con unas dos cucharadas de aceite vegetal o manteca si se tiene, agregar sal al gusto y el otro medio manojo de epazote. Preparar un medio kilo de bolitas (orejas) de masa de maíz que pueden ir previamente fritas y agregarlas al mole hirviente al que también se vaciará la panza troceada, dejar que calentándose a fuego medio y listo, a degustar. Se le puede agregar ejotes. Es un plato para cardenales y maridaa muy bien con cerveza y unos dos tequiloides y, por supuesto, tortillas. El arroz blanco también le va. Buen provecho. Lo escribió hace dos años Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal. Imagen de "Cocina Fácil".

Hace un tiempo, en el noticiero nocturno que conducía la inteligente Denise Maerker  le dedicó una parte del programa a destacar la gran, pero de veras gran actuación del tenor xalapeño Javier Camarena –no encuentro cuál es su apellido materno- en el Metropolitan Opera House de Nueva York. Según le comentó a la propia Denise, Gerardo Kleinburg, narrador, crítico y promotor musical, ex director de la Compañía Nacional de Ópera de México y ex director del Festival Internacional Cervantino, se trató de una actuación excepcional la de nuestro paisano porque dar no sé cuántas veces –se dice que 9- el do de pecho en ‘La fille du regiment’ (‘La hija del regimiento’), de Donizetti, no hizo más que exaltar al conocedor público neoyorkino para que se volcara al unísono y le pidiera al xalapeño un bis (encore) de esa dificilísima obra operística compuesta por el genio de Bérgamo. Caray, el que esto escribe no es para nada un lego en lo que se refiere a este arte escénico que combina nada más y nada menos que la literatura, poesía, actuación, canto y la música, y que en la poderosa garganta y el fuelle pulmonar de Camarena suenan y retumban como un juego de niños, pero no, son notas que están llenas de un lirismo notable que conmueven a un inconmovible como este humilde escribiente. Un aplauso para el admirado Javier por su actuación del pasado jueves en ese templo de la ópera que es el MOH. Para quienes lo ignorábamos, Camarena vio la luz primera un 26 de marzo de 1976 en esta capital y realizó sus estudios en la Facultad de Música de la U. V., graduándose con honores de la Licenciatura en Música de la Universidad de Guanajuato. Fue ganador del Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli en el 2004, debutando en un rol estelar como Tonio en ‘La Hija del Regimiento’ en el Palacio de Bellas Artes. En el 2005, obtuvo el primer lugar en el Concurso de Canto Juan Oncinas en Barcelona y posteriormente en 2006 se integró al International Opernstudio en Zurich, Suiza. Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal. Foto de Wikipedia.

1) "En política siempre se elige entre inconvenientes". 2) "En política lo importante es convencer, persuadir". 3) "No creo en los que dicen no tener ambiciones". 4) "Seremos inflexibles en la defensa de las ideas, pero respetuosos en las formas, pues en política, frecuentemente, la forma es fondo". 5) "La urbanidad en las relaciones políticas es requisito para la convivencia política". 6) "Es más fácil ser dogmático que negociador, ser intolerante que tolerante, es más fácil dividir que juntar". Seleccionados por Alberto Enríquez en la Revista Nexos.

Una puerta de tambor de madera, de esas de las que todo el mundo tiene en su casa, normalmente mide 2.15 o 2.20 metros de altura como máximo, digamos que las que son de un tamaño estándar. Claro que las puertas pueden variar tanto en alto como en ancho, pueden ser del tamaño que el cliente pida, pero el tamaño normal de una puerta es el que le mencioné al principio, bueno pues ahora imagínese a usted tratando de saltar y de espaldas esa altura, ¡poco menos que imposible!, bueno pues el actual récord mundial de salto de altura, marca que data desde 1993, o sea este récord tiene nada más y nada menos que 27 años de haber sido impuesto por el cubano Javier Sotomayor (1.95 metros de estatura), es de 2.45 metros, cifra que en condiciones normales para un ser humano francamente me parece inhumana. El salto de altura es de las competencias atléticas que no requiere de otra cosa más que del esfuerzo y del impulso que logre hacer el saltador para superar un obstáculo, una barra horizontal dispuesta a una determinada altura, en este caso de 2.45 metros. ¿No le parece increíble superar esta altura?, para no ir más lejos, ¿haga el intento por superar su estatura, a ver si la supera? Es como para Ripley, o sea, aunque usted… no lo crea. Lo escribió Marco Aurelio Gonzàlez Gama, directivo de este Portal.  

Ventana de la vendedora de yerbas     Había cumplido setenta años en los últimos días de noviembre. Su cabello era un enredo de canas. Cientos de arrugas se dispersaban en su rostro. Le gustaba contemplar. Mientras acariciaba un viejo gato, esa mañana se dispuso a mirar hacia fuera de la casa, para acordarse de las yerbas comestibles que crecían silvestres en las hendiduras del piso de las calles; que brotaban inesperadamente entre las piedras, las lajas y los muros: dientes de león, verdolagas, lenguas de vaca, girasoles, enredaderas. Desde niña aprendió a reconocer a simple vista las esmeraldas hojas de las plantas agrestes. Pero algo faltaba, consideró que por su edad conocía todo lo posible. Vino a su memoria la reciente despedida de su esposo, el oscuro último adiós. Se acordó de los días pasados a su lado. A punto de llorar, comprendió que su vida se había alargado demasiado, que la ciudad crecía enormemente y todas las cosas habían cambiado para siempre. Abrió a la luz sus ojos, se perdió en un atajo verde del ensueño, se quedó recordando cuando por doquier, como un infortunio, el epazote crecía en las banquetas.     Manuel Antonio Santiago Foto de Víctor León.