Ahora que recordaba el 96 aniversario del fallecimiento del bardo Salvador Díaz Mirón hacía memoria de las lecturas que he hecho del género poético. No soy de ninguna manera un conocedor, pero si por gusto personal fuera, me inclino más por la prosa que por el verso. Me gustan Jaime Sabines y Octavio Paz, me es difícil la de mi paisano Jorge Cuesta –me queda claro que su poesía no está hecha para mi insensibilidad-, y me fue aún más difícil tratar de leer un ensayo que sobre Cuesta escribió en los 80 Inés Arredondo, pensaba, ingenuo, que ese trabajo me ayudaría a desentrañar la difícil poesía del cordobés (“Capto la seña de una mano, y veo que hay una libertad en mi deseo; ni dura ni reposa; las nubes de su objeto el tiempo altera como el agua la espuma prisionera de la masa ondulosa” fragmento de ‘Canto a un Dios mineral’), pero no, me la hizo aún más indescifrable. En los años setenta –finales- descubrí a Mario Benedetti, el uruguayo era como una moda entre los estudiantes de aquella época, era como que muy cool leerlo, más tarde descubrí a otro cordobés, ese sí con una prosa sencilla, comprensible, muy humana, me refiero a Rubén Bonifaz Nuño. Ya en los ochenta y noventa se me rebeló –gracias a mi esposa- un poeta al que yo considero ‘maldito’, el peruano César Vallejo (“Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma... ¡Yo no sé!”), ¡ah qué hermosa y desgarradora poética!, y así leí a Miguel Hernández, a Huidobro y a Machado, a Salvador Novo y a García Lorca, todos deslumbrantes a mi modesto entender, pero su poesía no la cambio por la de Sor Juana, Pita Amor y el renombrado Díaz Mirón, que hicieron poesía como jugando, enlazando y entrelazando palabras hasta formar rimas sencillas y bellas pero con una profunda significación, así recuerdo otra de nuestro ‘vate pendenciero’,: “Los claros timbres de que estoy ufano, han de salir de la calumnia ilesos. Hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan... ¡Mi plumaje es de esos!”. Díaz Mirón vivió entre letras, balas y pleitos callejeros, en numerosos duelos arriesgó la vida para lavar su honor. Personaje de novela, hijo de un ex gobernador de Veracruz, fue acusado de homicidio, padeció la reclusión, el destierro, fue diputado, enfrentó a Carranza, fue porfirista declarado y seguidor del usurpador Victoriano Huerta, una vida de leyenda no cabe duda. Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.

Cuando leí por primera vez sobre este poco menos que increíble africano, no daba crédito a sus hazañas olímpicas. Fue en 1960 cuando por primera vez un etíope, un africano, conseguía una medalla de oro en una justa olímpica. Abebe Bikila ganó la maratón de Roma rompiendo todos los récords, y lo hizo descalzo, su tiempo: 2 horas, quince minutos, 16 segundos y dos décimas en 42 kilómetros con 195 metros. Abebe, dicho con el más absoluto respeto, parecía todo menos un atleta, su figura correspondía más al de un aborigen de alguna tribu somalí, pastor de vacas y cabras. Nadie antes de Roma había escuchado mencionar siquiera su nombre, todo mundo se preguntaba que hacía allí ese hombre delgado, con aspecto de asceta, mal comido, esmirriado, más acostumbrado al polvo y la arena del desierto que al asfalto de las grandes urbes. Bikila, nacido en 1932 en un pequeño pueblo de Etiopía, era hijo de un humilde pastor de cabras y no aprendió a leer hasta los 14 años. A los 20 años, se alistó a la Guardia Imperial del ‘hijo de Dios’, Haile Selassie, como una forma de subsistencia. Bikila construyó su leyenda a partir de que decidió correr aquel histórico maratón por las calles de Roma como tantas veces lo había hecho en la ardiente arena de su pueblo, descalzo, nadie lo podía creer, todo el mundo lo miraba estupefacto. Cuatro años después, esta vez con calzado, volvió a ganar el oro en la prueba de maratón de Tokio 1964, batiendo de nuevo la plusmarca mundial con 2 horas 12 minutos 11 segundos. Abebe Bikila, el hombre increíble de Etiopía. Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.

1) Espero que te des cuenta que cuando tienes amigos y hermanos con quienes hablar, reír y cantar, eso es verdadera felicidad. 2) No eduques a tus hijos para ser ricos, edúcalos para ser felices, para que vean el valor de las cosas y no su precio. 3) Hay gran diferencia entre ser humano y ser un humano. Muy pocos lo entienden. 4) La persona que te ama, nunca te dejará. Aún si hay cien motivos para rendirse, encontrará una razón para quedarse. 5) Las palabras más galardonadas en Londres: Come tu comida como si fuera tu medicina, o tendrás que tomar tu medicina como si fuera comida. 6) Eres amado cuando naces y serás amado cuando mueres. Depende de ti el tiempo intermedio.

Ventana del soneto. Vientre de arcilla que moldea mi boca, cabellera de fuego va a mi pecho, ojos de miel que brillan al acecho, el temblor de tus manos me provoca. El viento va fugaz porque te toca, eres el paso de un camino estrecho en el abismo hondo de mi lecho y ruedas sobre mí como una roca. Voy hasta el centro de tu alta sombra, tu corazón se agita y se percata que muere en ti el silencio que me nombra como lluvia que vierte luz de plata como rayo que cruza y que te asombra como tu vientre que me incendia y ata. Por Manuel Antonio Santiago. Foto de Víctor León.

Arte poética "Que el verso sea como una llave.. que abra mil puertas.. Una hoja cae, algo pasa volando.. Cuánto miren los ojos creado sea.. Y el alma del oyente quede temblando... Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra.. El adjetivo, cuando no da vida, mata... Estamos en el ciclo de los nervios.. El músculo cuelga.. como recuerdo, en los museos.. Mas no por eso tenemos menos fuerza.. El rigor verdadero.. reside en la cabeza.. Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!.. Hacedla florecer en el poema.. Sólo para nosotros.. viven toda las cosas bajo el sol... El poeta es un pequeño Dios"... Campanario "A cada son de la campana.. un pájaro volaba.. Pájaros de ala inversa.. Que mueren entre las tejas.. Donde ha caído la primera canción... Al fondo de la tarde.. Las llamas vegetales.. En cada hoja tiembla el corazón.. Y una estrella se enciende a cada paso... Los ojos guardan algo.. Que palpita en la voz.. Sobre la lejanía.. Un reloj se vacía". Vicente García Huidrobo Fernández, poeta chileno.

Cierto día, una amistad ya mayor, cercana al que esto escribe –debe andar rondando las ocho décadas-, me comentaba a propósito de no sé qué cosa, con cierto dejo de presunción “¡En mi casa cuando yo era joven se tomaba café de greca y se preparaba comida energética!”, por supuesto que ante tan modesta afirmación no pude evitar poner mi cara de ¡Qué!, pero no solo eso, y aunque no es mi costumbre rebatir, pero ese día, ¡no faltaba más!, me vi obligado a rebatir: “¡Que qué, café de greca y comida energética, pues en dónde creció usted, en Nueva York!”, -para agregar: “¡Porque aquí en los ranchos, cuando uno era joven se comía como se podía y lo que había!”, y pensé para mis adentros: “¡Café de greca y comida energética, como si no hubiera sido yo niño alguna vez!”, y lo anterior lo comento porque la costumbre del café en grano, tostado y molido, es una costumbre relativamente nueva. Antes, y estoy hablando de hace 45 o 50 años, en las casas, en casi todas, como la de usted y la mía, lo que se acostumbraba para ‘pintar’ el agua caliente y medio engañarnos de que estábamos tomando café era el famoso Nescafé, un poquito después, cuando ya empezó a venderse el café de grano, tostado y molido, éste se preparaba en olla de barro, después, probablemente a finales de los 60, ya como una señal de modernidad, en las casas empezó a haber cafeteras de aluminio a base de coladera y chorro hirviente, de esas que tenían -usted lo recordará- tapa de centro de cristal, mucho tiempo después vinieron las cafeteras eléctricas. Ahora, ¿en lo que hace a que hace setenta años se comiera comida energética?, pues yo no viví en aquella época, pero cuando yo fui chamaco en mi pobre casa se comía lo que había y como se podía, es decir, sopa de pasta, el fideo cambray o corbatita que se compraban 10 o 20 centavos en la tienda del barrio, arroz, blanco o rojo, y una o dos veces a la semana carne, primordialmente de puerco, el pescado muy de vez en cuando. Y a mí todavía me tocaron las planchas de hierro fundido que se calentaban en las brasas del carbón y en casa de una tía hermana de mi mamá, las estufas de petróleo diáfano. Bah, ¡café de greca y comida energética, pues ni que haya vivido en Nueva York! Lo escribió Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.

1) "Necesaria la experiencia para saber cualquier cosa. 2) No hay nadie tan humilde, que no tenga para dañar. 3) Reino en lugar ajeno no está seguro. 4) Para bien obrar, el que da debe olvidarlo luego, y el que lo recibe, nunca. 5) Los demasiados frutos no llegan a madurar. 6) Sé útil primero a los demàs, si quieres ser útil a ti mismo. 7) Muy pocos aciertan antes de errar. 8) La ambición por la honra nunca mira obstáculos. 9) Feliz quien desprecia la fortuna. 10) Las buenas costumbres se conforman unas con otras, y por eso duran. 11) Lo que de raìz se aprende, nunca del todo se olvida. 12) Obedecer a Dios es libertad". Las enviò Jessed del Angel Merlasca.

Y hablo de comidas sencillas, modestas, para gente sencilla como el que esto escribe –pobremente, digamos-, y es que para los que somos de la región de Córdoba y Orizaba (Fortín, Ciudad Mendoza, Ixtaczoquitlán, Río Blanco, Nogales, sierra de Zongolica, Maltrata, Acultzingo, etc.), cuando hablamos de un platillo típico que se acostumbra comer en aquella zona conocido como ‘chileatole’, (también se le dice chilatole a secas), estamos hablando de una comida que se prepara a base de granos de maíz y rodajas de elote tierno, masa de maíz nixtamalizado, ramas de epazote, azúcar mascabado o morena al gusto, en dos versiones: el rojo que lleva para pintarlo chiles guajillo y un poco de serrano seco, y el verde, que lleva para colorearlo chiles verdes al gusto (cuaresmeño, serrrano o xalapeños). Este platillo que, créanmelo, es una delicia, se acostumbra comer por aquellos lares de manera cotidiana, pero se antoja más en las tardes/noches frías, lluviosas, con neblina y servido humeante, bien caliente. Quienes han comido el chileatole saben que es un caldo turbio por la masa disuelta (‘atoleada’) y molida con el guajillo y el serrano seco, o con los chiles verdes, con granos de maíz generosamente dispuestos y rodajas de elote tierno de uno o dos dedos de grueso. Servido se acompaña de gotas de limón al gusto y un poco de azúcar, ¡delicioso! En lo particular yo lo prefiero por encima de los famosos y populares esquites, que no tienen nada que hacer al lado del ‘chilatole’. En Orizaba hay más versiones a las que les agregan ‘chito’ (que el original es carne de caballo seca) o camarón seco. Repito, comida de pobre, lo acabo de comer preparado en casa, exquisito. Lo escribiò el directivo de este Portal, Marco Aurelio González Gama.

"En Brasil- esa extraña y original tierra donde los escritores son tan famosos como los jugadores de futbol, como dijera Mario Vargas Llosa-, con la muerte de Jorge Amado (el 6 de agosto de 2001) se le agrió a "Gabriela" el aroma a clavo y se le ennegreció la piel canela. "Doña Flor" ya no quiere saber más de sus dos maridos. "Tereza Batista" ya descansó de la guerra. A "Tiesta" ya no le interesan sus orígenes en Agreste y los gitanos de "Toscaia Grande" muestran su cara más oscura. Las prostitutas de "Bahía de Todos los Santos" son las más desganadas de las que saben lo que tienen y cómo lo ofrecen, hasta dónde, a quién y por cuánto. Su "Bahía" "es como todas las mujeres de mis novelas: bella, sensual, ardiente"; es como una mujer que se quiere y se desea tener", decía) está de luto. Forman parte de la obra de este prolífico escritor- 32 libros- que se han vendido por millones en casi cincuenta idiomas- que perdurará". Se publica en el libro: "Pasajeros con destino. De escritores y otros viajeros", de Luis Gastélum,.

1) "Lo de menos es que sea el Cuarto Poder. Lo que importa es poder en el cuarto": Efraín Huerta. 2) "Los celos por cuestiones de poder son más aguijones que los celos por cuestiones de mujer": Fernando López Arias. 3) "De dos que se quieran bien, con uno que se bañe basta: Pedro Brull. 4) Más vale dinosaurio en nómina que modernizador en la banca": podría ser de Alfonso Martínez Domínguez. 5) "No hay hombre grande para perro que ha de mearlo": de la vieja sabiduría popular. 6) "La democracia es la peor forma de gobierno posible... pero no conozco otra mejor": Winston Churchill. 7) "Un arqueólogo es un sabio cuyo futuro está en las ruinas": Pedro Brull. 8) "Para soportar esto del poder hay que tener flaca la memoria, gruesa la piel y harta cerilla en los oídos": don Porfirio. 9) "Entre el amor y el opio, prefiero el opio": Bioy Casares. 10) "La urgencia de salvar a la humanidad es casi siempre la máscara con que se disfraza la urgencia de gobernarla": Mencken.. Tomado del libro "Monólogos y Diálogos" de Froylán Flores Cancela,